miércoles, 3 de septiembre de 2008

Síndrome postvacacional

Os quiero dar la bienvenida a tod@s de vuelta, esperando que como yo, hayáis disfrutado de unas felices vacaciones.

Lamentablemente, en mi caso las vacaciones se están concatenando con un breve periodo de baja que me tiene bastante entretenida.

Confío en poder retomar el ritmo normal de publicación estos días, y escribir varios artículos que tenía en mente, pero por el momento, aprovechando mi debilidad las musas me han abandonado y no me veo con fuerzas.

¿Podréis perdonarme un poco más?

¿Querrá algun@ aportar unas líneas de vuelta de vacaciones?

Bueno, bien venid@s de vuelta; os he echado de menos, y estáis en vuestra casa.

Dorota

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Podremos, podremos.

Eso de concatenar (que no mezclar) las vacaciones con una baja está genial. Bastante socorrido, pero genial.

Ahora en serio: feliz y pronta recuperación.

JML

Anónimo dijo...

Que a usted le sea leve… a coger fuerzas para el curso entrante!
(yo que contaba con que alguien me explicara por qué molesta tanto educación para la ciudadanía… al final voy a tener que cursarla para ver en qué consiste)

Anónimo dijo...

Hola, hola. (El primero es un saludo, el segundo eres tú):

Yo tampoco me explico porqué molesta tanto. A lo mejor la respuesta tiene algo que ver con una cadena de radio que vomita odio todas las mañanas, y cuyos propietarios no paran de predicar amor. Pero a lo mejor es por otra cosa...

JML

Anónimo dijo...

Hola Anónimo JML (ahora parecen tres personas distintas!),
Sospecho que si espero lo suficiente alguien podrá aclararme algo… espero no tener que leerme el temario, o la ley correspondiente para enterarme de la historia.
Saludos, y feliz vuelta a todos…

Anónimo dijo...

¡Ya estoy aquí!...
Todavía convalezco, pero en fin.
Lo que sí os diré es que no me he olvidado un sólo día de vosotr@s y que -como quedamos- el libro de Pagola no sse ha separado de mí en todo el verano.
Luego colgaré el comentario.

Os doy las gracias a cuant@s me habéis manifestado vuestros buenos deseos, tanto por este medio, como mediante el correo electrónico.

Le doy gracias a Dios porque todo va pasando, y os digo que, como siempre, aquí me tenéis de nuevo, a vuestro servicio.

Esker'ik asko.

Anónimo dijo...

En cuanto a lo que planteáis de la asignatura de EpC, os diré hasta donde se:

Precisamente estuve la última semana de Agosto en un curso en Pamplona y coincidí con dos profesores de Religión en Aragón y Barcelona respectivamente.

Vaya por delante mi posicionamiento contrario a suprimir en la formación de los educandos la formación en una dimensión mistérica que les es connatural y necesaria y que se imparte a través de la asignatura de Religión Católica concretamente (ésa es mi clara opción).

Al parecer, la voluntad política de que la misma sea eliminada del curriculum va cobrando realidad de una manera paulatina., y lo que en un primer momento era una opción (EpC vs. Religión), con cierta discreción en cada autonomía lo cierto es que el tema se viene concretado en que una asignatura (EpC) es obligatoria y evaluable de cara al currículum, mientras que la puntuación que pudiera adjudicársele a la otra (Religión) no sólo no es evaluable ni determinante de cara al currículo, sino que se vienen ofreciendo otras “opciones” como la “educación para la sexualidad” como alternativas a la misma.

De lo que vengo diciendo, yo deduzco que los intereses contrarios a la asignatura de EpC y las propuestas que se están formulando de objeción de conciencia para cursar la misma, ya ni siquiera depende de las arengas de determinadas emisoras radiofónicas, sino de la alerta suscitada en las asociaciones de padres ante la eventualidad de suprimir definitivamente la asignatura de Religión.

Un cordial saludo a los tres: Anonymous, Hola, y J.M.L.

¡No sabéis cuánto me complace re-encontrarme con vosotros!

Veremos a ver lo que os parece mi comentario al texto de Pagola, que va a continuación.

Anónimo dijo...

Ayer precisamente en ETB escuché que tenía preparado un decreto el Gobierno Vasco para que las clases de religión se diesen fuera del horario escolar. Se ve que cada autgonomía puede hacer loque le de la gana