miércoles, 12 de noviembre de 2008

LA PREGUNTA DE MARTIKA

En esta ocasión nos pregunta Martika sobre las elecciones norteamericanas. Para poder leer su intervención, y para intervenir vosotros si así lo consideráis, tendréis que pinchar en "leer más", y a continuación en "comentarios". ¡Hasta ahora!

6 comentarios:

Anónimo dijo...

No sé si mi pregunta entra dentro del contexto de este blog pero qué os han parecido las elecciones Norteamericanas?? Han presentado a Obama como un mesias y ha funcionado,incluso contra la maquinaria de los Clinton,es por la crisis o demuestra algo más profundo?

Anónimo dijo...

¿Y qué te parece que nuestra izquierda progresista y anticlerical experimente oleadas de placer ante la elección de Obama, que está a favor de la pena de muerte y es creyente practicante?

Anónimo dijo...

Es evidente por qué,es lo más "izquierdoso" que puede salir en EEUU. Y además porque a la izquierda y sobre todo al centro izquierda le hubiese ido mucho peor con McCain en el poder.

Anónimo dijo...

A nuestra izquierda no le iría peor con los republicanos por ser republicanos sino por la reciente historia de mutuos desencuentros, de otro modo no podríamos explicar los noviazgos Aznar-Blair, ZP-Sarkozy. Creo que con McCain muchos se hubiesen llevado una buena sorpresa.

Anónimo dijo...

Aquí tenemos unos consejos de una bloggera cristiana sobre el tratamiento del trauma postelectoral en Estados Unidos (supuesto que para vosotr@s lo sea, claro está). Lo he encontrado muy gracioso, y digamos que me siento muy bien representada...

“WASHINGTON, jueves 13 de noviembre de 2008. Una curiosa columna publicada por "Faith and Family" ofrece consejos a quienes sufren una especie de trauma postelectoral en Estados Unidos, pues no eran favorables a la elección de Barack Obama.

Se trata de algunas palabras "de consuelo o al menos de valor" presentadas por la bloggera Rebecca Teti.

La escritora está casada desde hace quince años y tiene cuatro hijos. Natural de Washington se convirtió al catolicismo estudiando en la Universidad de Dallas, donde se graduó en Filosofía Política y Drama. Trabajó en numerosas actividades sin ánimo de lucro, incluyendo un lobby pro vida y fue directora del Centro para el Desarrollo Familiar en Bethesda. Ahora escribe en su casa de temas de matrimonio y familia.

"Si usted está preocupado porque el presidente electo Obama y el nuevo Congreso no sean ángeles: paz. Nuestra Constitución fue hecha por hombres no por ángeles", afirma Teti.

"Nuestro padres fundadores fueron clarividentes en su comprensión de la naturaleza humana y diseñaron nuestro sistema no tanto para alcanzar la Utopía (a este respecto su esfuerzo fue el polo opuesto de los fines de la Revolución Francesa) sino para sobrevivir e incluso prosperar cuando nosotros, la gente, hacemos juicios erróneos", añade.

Para saber más sobre el argumento recomienda un ensayo del estudioso David Forte, en el que constata que muchos de "nuestros presidentes fueron mediocres o peor, y sin embargo la República permanece".

Para quienes dicen que no respaldarán al presidente Obama, o que no creen en los llamamientos a la unidad nacional, aconseja que se pueden sustituir los calificativos de Obama "liberal" y "demócrata" por los que se atribuyen a cualquier persona o causa que "usted piensa que está llamado a oponerse a ella".

Hay buenas reglas sobre cómo pensar, argumentar y actuar políticamente "sin perder su perspectiva, su caridad, su paz y su alma".

Entre otros, pone este ejemplo: "Rece para que el presidente Obama adquiera grandeza en su cargo. Nuestra preocupación principal debe siempre ser el país al que amamos, no el éxito de un partido o una ideología".

Si a los lectores les preocupan las vidas inocentes en peligro, afirma, no es tiempo para lamentarse sino que "éste puede ser el año en el que usted adquiera una vida de oración más profunda. Sea más santo para que usted pueda irradiar a Cristo allí donde esté, no importa lo que haga".

La bloggera ofrece pistas de cómo actuar organizadamente para defender los valores cristianos.

Aunque de momento parece que no nos afecta, reconoceréis que no deja de tener su lado práctico...

Anónimo dijo...

Bueno, queridos amigos: ¡YA ESTOY AQUÍ!.

Más allá de las opiniones de los intervinientes, me interesaba sobremanera vuestra opinión. En realidad, era lo que yo buscaba...

Tienes razón, Hola. El tema se podía centrar en la primera frase que has elegido.

En cuanto a la pregunta que planteas, te diré que sí: que personas de toda época y civilización, y a lo largo de toda la historia de la humanidad, se han venido planteando con las solas luces de su razón la existencia de Dios, precisamente porque sin Él no seríamos, y porque siendo Dios más consustancial a nosotros que nosotros mismos, su conocimiento se nos hace una necesidad..

Éste conocimiento se nos adviene por medio de la Gracia, que es una participación del modo de vida divino que plenifica en el alma humana su capacidad de conocer a Dios y su bondad ontológica por medio de la virtud de la fe, de conocer su conveniencia para nosotr@s mism@s por medio de la virtud de la esperanza, y la de elegirle como fin último y de actuar en consecuencia por medio de la virtud de la caridad.

Si algo no se entiende me lo decís, y si queréis que lo ampliemos podríamos hacerlo a través de un artículo con posterioridad.

Pero de momento lo que vamos a decir, es que para conocer a Dios previo y necesario es que se nos haga patente, y para ello que nuestra naturaleza -y con ello nuestra capacidad de comprensión- nos sea elevada mediante la participación en la Gracia -concretamente en la Gracia creada de Jesús de Nazaret-.

A ella tod@s tenemos acceso, puesto que El Cristo la adquirió para toda la humanidad, pero para participar en ella, hay que querer previamente participar, y. esta posibilidad se elimina con los prejuicios, que es precisamente a donde yo quería llegar...

Veréis:

Lo que con la frase que has elegido se nos dice, querido Hola, es que cuando queremos hablar de la existencia Dios -como cuando hablamos de cualquier otra cosa, claro está- hemos de hacerlo desde el conocimiento.

Pero cuando hablamos propiamente de dar a conocer esa existencia -que no es lo mismo- una cosa es tener una idea de lo que queremos transmitir, y otra tener un prejuicio.

De Dios no se puede hablar sino en base a un conocimiento certero de Él que se nos alcanza bajo el influjo de la Gracia, y que contando con nuestra voluntad se fomenta mediante su trato.

Cuando ésto es así, nuestro conocimiento se expande: es algo que transfigura nuestra percepción y que, como decía uno de los ponentes, nos exige a nosotros mismos y por nuestra propia conveniencia, posicionarnos.

No tratamos sino de hablar de esta experiencia, sabedores como somos tanto de su existencia como de su virtualidad, pero no es un afán colonizador sino una llamada a la Buena Nueva que nos alcanzó Jesucristo.

Por lo demás, y como decía Joaquim, hay cosas que por no tangibles, ni son una ilusión ni tampoco un prejuicio...

Y por último, no tengo ni idea de lo que decís en vuestras dos últimas intervenciones. Se ve que no ando muy bien de geografía...