miércoles, 10 de marzo de 2010

SEGUIMOS CON EL TEMA DE AYER.

Con los siguientes titulares, “La Congregación para la Doctrina de la Fe evita pronunciarse sobre el libro perseguido en España” y “Monseñor Uriarte ha enviado una nueva carta a los rectores de la editorial para “”hibernar”” la obra mientras se resuelve el asunto”, con fecha de hoy aparece en El Correo un interesante artículo firmado por Pedro Ontoso bajo el epígrafe ROMA QUIERE DAR CARPETAZO AL “CASO PAGOLA” que dice así:

"Más de 250 sacerdotes guipuzcoanos se preguntaban en un escrito las razones de la retirada de la novena edición del libro de José Antonio Pagola, 'Jesús. Aproximación histórica', la que había avalado Juan María Uriarte, y reclamaban conocer de dónde ha partido esa decisión. Curas vizcaínos también han protestado por la «persecución» del teólogo vasco en varios templos de la provincia. La cuestión, en efecto, es espinosa y poliédrica, porque tiene distintas respuestas y no pocos protagonistas y se mueve, además, en varios escenarios.

El trabajo del director del Instituto de Teología y Pastoral de San Sebastián, al que ha dedicado siete años de investigación, salió al mercado en otoño de 2007, saludado por los teólogos como un libro «riguroso y piadoso», como otros tantos de la misma temática. La alarma cundió entre algunos obispos cuando la obra comenzó a venderse como rosquillas y su autor era requerido en numerosos foros para hablar sobre la publicación. Pagola y su libro estaban de moda.

El primero que abrió la caja de los truenos fue el entonces obispo de Tarazona, Demetrio Fernández, que descalificó la obra, tachándola de arriana en comparación con la herejía surgida en el Cristianismo. Enseguida fue secundado por José Rico Pavés, miembro de la Comisión Episcopal Para la Doctrina de la Fe, la que se encarga en España de velar por la ortodoxia doctrinal y a la que también pertenece Fernández, que acusó a Pagola de desfigurar a Jesús. No era un dictamen oficial, pero, viniendo de donde venía, muchos barruntaron lo que se avecinaba. Los arietes contra el libro han sido, además, promocionados. Fernández fue nombrado obispo de Córdoba, y Rico Pavés que aparece en las quinielas episcopales, fue reforzado como secretario de la temida comisión.

El blindaje de Pagola

Para entonces, el libro era ya un auténtico 'bestseller', que, con 8 ediciones, había vendido más de 35.000 ejemplares, mientras se anunciaban traducciones a distintos idiomas. El núcleo más integrista de la Conferencia Episcopal se movilizó para neutralizar tamaña difusión y marcar a fuego a quien un día fuera mano derecha de José María Setién. Una forma de pasar factura a dos de los iconos de la 'rebelde' Iglesia vasca.

Juan María Uriarte reaccionó, por su parte, a toda velocidad para encauzar un conflicto que podría perjudicar su relevo al frente de la diócesis de San Sebastián, cuando en los centros de poder se repetía ya con fuerza el nombre de José María Munilla. Monseñor Uriarte encargó un dictamen pericial sobre la obra a dos cualificados teólogos y a un obispo teólogo. Este último se dijo entonces que fue Fernando Sebastián, ex arzobispo de Pamplona y con gran peso 'político' e influencia en el Episcopado. En cuanto a los primeros, se trata de Santiago Guijarro, que fue vicerrector de la Universidad Pontificia de Salamanca y es catedrático de Nuevo Testamento, y Santiago del Cura, en su día rector de la Facultad de Teología de Burgos, y miembro de la Comisión Teológica Internacional, que asesora al Vaticano en cuestiones doctrinales. Dos biblistas de gran prestigio y de la confianza, tanto de Madrid como de Roma.

Pagola se había avenido, sin presentar batalla, a realizar una «relectura» de su libro y a efectuar algunas modificaciones. Con el peritaje de semejante 'troika teológica', Uriarte se decidió a emitir un 'nihil obstat', un aval que declara que la obra, ya revisada por el autor, no tiene nada contra la fe y las costumbres de la Iglesia, y a otorgar su 'Imprimatur' episcopal a la publicación. Era el 18 de junio de 2008.

Uriarte blindó a Pagola y se cubrió las espaldas, pero no fue suficiente. La Comisión Para la Doctrina de la Fe, de la mano de Rico Pavés y con el respaldo del entonces arzobispo de Valencia, García Gasco, emitió esa misma semana una nota aclaratoria, para algunos «prematura», sobre la primera versión del libro. No era un texto de condena, pero advertía contra la lectura de una obra que resultaba «dañina» para la Iglesia. La nota se hizo pública tras ser sometida a la aprobación del Comité Ejecutivo del Episcopado y de la Permanente, aunque no obtuvo plena unanimidad. Sobre la novena edición no se ha pronunciado de manera oficial.

Con la espada de damocles sobre sus cabezas, Uriarte escribió en septiembre de ese año una carta al superior de los Marianistas, factotum del grupo SM, para congelar 'sine die' la novena edición de la obra, la que llevaba su 'Imprimatur', en espera de que arreciara la borrasca. La editorial PPC, con una larga trayectoria de 55 años e integrada en SM desde 1992, acató la petición de Uriarte y dejó los ejemplares en sus almacenes de Boadilla del Monte. El grupo estaba por entonces bajo la lupa del ala más conservadora del Episcopado, que no le perdonaba su pluralidad editorial. Había publicado el excelente manual 'Descubrir el islam', un libro pionero para propiciar el diálogo interreligioso en las escuelas, y había elaborado, de la mano del filósofo José Antonio Marina, un libro de texto de Educación para la Ciudadanía, en plena guerra entre el Gobierno y la Iglesia.

En las catacumbas

La novena edición del Jesús de Pagola ha permanecido en las catacumbas de la editorial para el mercado español, pero se ha traducido a otros idiomas. La editorial Claret la publicó en catalán. Estados Unidos la está vendiendo en inglés. Portugal, con el beneplácito del obispo de Coimbra, la distribuye en portugués. Está en las librerías italianas. Y el pasado mes de octubre de 2009, la editorial Idatz, del Obispado de San Sebastián, la puso en los escaparates en euskera con una tirada de 1.000 ejemplares.

Es entonces cuando PPC, sin noticias de Uriarte desde hace 11 meses, decide sacar al mercado 5.000 ejemplares de la novena edición, en castellano y con el 'nihil obstat' del obispo emérito de San Sebastián. Apenas dos meses después, la propia editorial envía una breve carta a las librerías religiosas para que retiren los volúmenes que les queden de esta edición, haciéndose cargo del quebranto económico. Por el momento, las librerías no han devuelto casi nada.

La decisión de PPC se ha tomado ante las fuertes presiones que han llegado desde una parte de la jerarquía española. La comisión de la Doctrina de la Fe, que preside el arzobispo de Granada, Javier Martínez ,y cuenta con Rico Pavés como 'número dos', ha estado, al menos hasta ahora, sin levantar el pie del acelerador en este contencioso. Además, existe una tercera carta que monseñor Uriarte habría enviado al superior de los Marianistas, la tercera en todo este largo proceso, para extremar la prudencia dado el delicado momento en el que se encuentra el caso. Una actuación de «diplomacia preventiva» para evitar que la salida al mercado sea interpretada como una provocación.

La presión que se ejerce desde Madrid en Roma parece que no ha tenido el recorrido que esperaban los más recalcitrantes. La Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe tiene el asunto Pagola sobre la mesa, pero lo que verdaderamente quita el sueño a la curia vaticana son los episodios de pederastia o el dossier sobre los Legionarios de Cristo.

De acuerdo con las fuentes consultadas por EL CORREO, la Congregación estaría por dar carpetazo al caso. Su 'número dos', el jesuíta mallorquín Luis Francisco Ladaria, que pasa por ser una persona abierta, estaría esperando un tercer informe sobre el asunto. Sobre los dos anteriores, uno defendía el trabajo de Pagola y el otro era crítico. El dicasterio trata de evitar pronunciarse sobre una cuestión que siempre causaría desgarros. En la Conferencia Episcopal, que publicó una nota aclaratoria sobre el libro, y en monseñor Uriarte, que se mojó con un 'nihil obstat' y sufriría una desautorización sin precedentes en la historia de la Iglesia. Se apuesta por «enfriar» el tema.

Algunos sostienen que se habría optado por una tercera vía: intimidar a la editorial para que retire la edición bendecida por Uriarte, que ahora es lo que más les quema «y no en una lengua minoritaria», y que se les quite las ganas de sacar una décima. De momento, PPC ha recogido velas y ha solicitado los ejemplares de esta novena edición. Pero las bases eclesiales, que parecen dispuestas a dar la batalla -a tenor de la masiva recogida de firmas que se está realizando-, reclaman aclaraciones y piensan en el futuro. La retirada ha proyectado una sombra de sospecha sobre la obra, el autor y el obispo. Y creen que no basta con que Roma no se pronuncie. La cuestión es si finalmente el libro, que se ha colocado el primero en la lista de los más vendidos en Euskadi, se va a seguir comercializando o no."

Espero que os haya interesado, y también que sobre ambos todos opinemos con ánimo constructivo, ¿os parece bien?.

3 comentarios:

Hola dijo...

Hombre! Cuanto tiempo!
La verdad es que no he seguido el caso Pagola, pero desde fuera, pues que va a parecer… que algo huele a rancio en el interior de la iglesia…
Sé que no tiene demasiado que ver, pero la cobardía en el modo de proceder con respecto a Pagola me ha recordado lo siguiente: ¿cómo es que la iglesia rechaza la posibilidad de excomulgar a un monarca, cuando firma una ley de aprobación del aborto, por cuya aprobación amenaza con excomulgar a los diputados?
De hecho, esto es lo que cabe esperar al respecto: “El portavoz de la Conferencia Episcopal Española (CEE) y obispo auxiliar de Madrid, Juan Antonio Martínez Camino, afirmó ayer que la CEE no tiene ningún "juicio" sobre si el Rey debe o no sancionar la ley del aborto y que tampoco va a emitir una opinión al respecto.” (25 feb 2010).
Saludos y enhorabuena por la vuelta al ruedo!
Hola…

Anónimo dijo...

Hola, hola!

Pero bueno, esto vuelve a estar como el último día, parece que no haya pasado el tiempo.

El caso Pagola... una pena. Si le sirve de algo le mando mi apoyo.

Totalmente de acuerdo con el ilustre comentarista que me ha precedido en el uso de la palabra.

Joaquim

Hola dijo...

Hombre Joaquim,
Si que ha pasado algo de tiempo si, a ver si vamos desempolvando un poco la sede…
saludos